El hierro es el cuarto elemento por abundancia en la corteza terrestre, apenas se encuentra en estado nativo, sino en forma de diversos minerales: hematites, pirita, magnetita… Se emplean 3 procedimientos para su obtención: descomposición térmica del hierro pentacarbonilo a baja presión, electrólisis de una sal ferrosa pura, y reducción con hidrógeno de un óxido natural químicamente puro, o conseguido por medio de una preciitación de una sal de hierro en estado de pureza. Las aplicaciones del hierro están en función de sus diferentes tipos: El hierro fundido: se obtiene por medio de fusión del mineral con piedra caliza y coque en altos hornos, o por reducción directa continua en la que el mineral de hierro y la piedra caliza son precalentados; sus usos son los propios del acero. El hierro en polvo: se obtiene por tratamiento del mineral o fragmento de él con ácido clorhídrico para dar solución de cloruro de hierro, que después es filtrado, cristalizado y deshidratado, por descomposición.